lunes, 1 de noviembre de 2010

para el niño interior

TU NIÑO INTERIOR


El Niño Interior se refiere a su cuerpo emocional. Nuestras personalidades surgen como resultado de nuestro código genético, ADN, o las características heredadas, y el medio ambiente en el que vivimos.
La infancia es dictada por los que nos plantean y, a menudo provoca cicatrices que tardarán años en sanar.
En su mayor parte, nuestros problemas se remontan a la infancia y qué repercuten en nuestro cuerpo físico y emocional en ese momento. El niño interior permanece con nosotros toda nuestra vida. Todos somos hijos de corazón, inocente en busca de nuestro sentido de la vida.
El niño que una vez se vive dentro de ti, influye en cada pensamiento, cada emoción, cada movimiento. Eres uno con el otro cada minuto del día.
Muchas personas se encuentran en cuerpos adultos pero todavía reaccionan como niños, todavía unidos a sus padres, nunca se  han liberado de las actitudes y creencias que adquirieron en su juventud.
De hecho Louis L. Hay nos enseña que cuando mantenemos las cicatrices de nuestro niño interior, son las causantes de las enfermedades.
Tu Niño Interior es la parte de tu personalidad que:
  • Es juguetón y espontáneo
  • Le gusta divertirse
  • Es imaginativa
  • Ama el mundo
  • Es sensible
  • Tiene necesidades a ser atendido y comprendido
  • Buscan el amor y la aprobación a cambio.
Al igual que un niño real, el niño Interior tiene  hambre de amor, calidez y comprensión .
El Niño Interior puede ser el origen de la infelicidad de adultos tanto como sigan acogiendo la ira, el dolor y la culpa de años anteriores. Si esto es cierto para ti, nunca podrás  ser verdaderamente seguro y feliz a menos que estos sentimientos se hayan resuelto.
Aprende a aceptar tu niño Interior como una parte importante y valiosa de ti.
Coloca una fotografía de tí mismo como un niño en un lugar destacado,  sonríe y reconocelo  todos los días. Habla con él o ella, dile que lo amas y  que te harás cargo de el.
La mayoría de los niños pequeños se sienten heridos y vulnerables en un momento u otro. Del mismo modo todo el mundo siente como un niño a veces,  inocentes y necesitados de ternura y cuidado.
¿En qué medida tú reconoces estos aspectos de ti mismo? ¿Cómo consolar a tu niño interno lo suficiente cuando él o ella se sienten perdidos y solos, indefensos o molestos?
Imagina que lo sientas  en tus rodillas disfrutando de momentos íntimos. ¿Cómo te sientes? Prométete  ser menos duro con tu niño interior.
Si  vas a escuchar a tú niño internor, ¿qué crees que él o ella dice?
Prueba la técnica de la silla vacía. Toma dos sillas y en posición frente a frente siéntate en una, e imagina que en la otra silla esta tu niño interior; Pregúntale  cómo se siente  acerca de la forma en que lo tratan. Dile lo que sientes por él: Luego cambia  los asientos y respóndele,  verás como ganarás una mayor comprensión acerca de los sentimientos que conservas de  tu niños interior.
Esa personita quiza no puede dejar de ser vulnerable y tímido. Aunque a un nivel más profundo no hay nada que perdonarse, escribe las siguientes oraciones en tu cuaderno y rellena los huecos con los primeros pensamientos que entren en tu cabeza:
“Ahora puedo perdonar que yo era… como un niño. Puedo perdonarme por lo que no podía hacer y no podía hacer frente,  cómo esto… cuando era niño”
Así que date la oportunidad de festejar a tu niño interior, diviértete más.  Encuentra el punto donde eres  más juguetón. Cada día haz más de esas cosas tontas que hayas disfrutado como un niño. Puedes buscar el lado divertido en cada situación. Tu niño interno experimentará un disfrute real.
Tomate  un pasatiempo que requiera  ser más imaginativo – pintura y el dibujo, haciendo música, escritura creativa, una actividad  preferida: actuar, bailar, etc. Recuerde que su Niño Interior quiere usar su imaginación. Está es la mejor manera de festejar a su niño interior.