lunes, 6 de diciembre de 2010

Elizabeth Gilbert - Eat, Pray, Love

CONOCIENDO A SWAMIJI

Swamiji viene del linaje de los Dashnami de Adi Shankaracharya, y pertenece a la tribu de Swamis del orden llamado “Saraswati,” sannyasis quienes siguen la vida de los Brahmines, personas sabias, que adoran con conocimiento y devoción.
Swamiji fue iniciado a la adoraración del Chandi y a la ceremonia sagrada del fuego, el yajna, como su práctica principal de sadhana, por su Gurú en 1971. Practicaba actos de devoción y de meditación y tomaba muchas formas de Tapasya y gran austeridades. Recitaba el Chandi en las nieves de los Himalayas y en las fuentes termales de Bakreswar, y adquirióel asana siddhi más alla del calor y del frio.
Swami Satyananda Saraswati pasóquince años caminando a través de los Himalayas de la India. En sus viajes aprendiómuchos idiomas como el Bengali y el Hindi, y desarollóun gran amor por el Sankrito. Donde iba, aprendía las costumbres de adoración locales. Su conocimiento de los caminos de las montañas y su entendimiento de las raíces del Sanskrito, enriquecieron los versos de sus traducciones dándoles mucha experiencia y vida.
Las enseñanzas de Swamiji se combinan para hacer el conocimiento intelectual una fundación firme donde construimos nuestras prácticas devocionales. Tiene el don de tejer el jnana, sabiduría, con bhakti, la devoción. El enseña al aspirante como pasar de la contemplación intelectual del como y del por qué crear una disciplina, a las prácticas de sentarse para la recitación de los textos en Sanskrito. El claramente explica como sentarse, como respirar, como alcanzar la unidad con el Gurú y la unidad con la Diosa.
Swamiji ha dedicado su vida entera a la reverencia. Su amor desinteresado es obvio en todas sus acciones. Es increiblemente generoso y tiene un divino sentido del humor. El inspira a través de su propio ejemplo, y observarlo haciendo puja nos dá el deseo de también adorar al Divino. Escucharlo cantar con la bhava de inspiración y de entusiasmo, nos dá el deseo de aprender los mantras; mirarlo, nos dá el deseo de tener la misma experiencia de absorbación profunda.
Como un gran artesano, él utiliza todas las herramientas para cantar: mantra, pranayama y asana; con mucha atención y profundo respeto, él transforma cada ritual en un ofrecimiento de amor y de entrega. Cada respiro, shloka (verso), cada ofrecimiento es un acercamiento más a la Presencia de la Divina Madre.
Lo más extraordinario es como puede mantener esa misma bhava (devoción) en todas sus acciones. Esté haciendo puja, cantando frente al altar, trabajando incansablemente traduciendo textos en la computadora, cortando madera para el homa o ayudando en la construcción y en el mantenimiento del ashram, él retiene la misma cariñosa bhava (devoción) porque todos estos actos son ofrecimientos a la Santa Madre. Swamiji dice que ser espiritual significa dar más que recibir. Viviendo la vida de un brahmin significa conformar nuestra conducta a aquella vivida por los que han logrado el ideal. Es entonces que nos transformamos en seres puros, callados y divinos.
Su profundo amor, su entendimiento intuitivo y su experiencia espiritual es obvio en cada escritura sagrada que ha traducido. No solo traduce pero es el testimonio en vivo de sus ideales y filosofía. Les dá tanta vida e intensidad a los personages de los textos, que realizamos que ellos viven dentro de nosotros. Es entonces que aprendemos como purificarnos para realizar nuestra propia Divinidad.
Las traducciones de Swamiji del Sanskrito han sido traducidas al Hindi, Bengali, Tamil, francés, alemán, rumano, portugués e inglés. Para la lista completa de sus libros, por favor dirijase a la sección de libros de nuestra página web.