jueves, 11 de noviembre de 2010

¡SIMPLIFICANDO LA VIDA!

Simplificar la vida es lo más fácil y lo más rápido de lo que parece.  La complicación viene de la acumulación de actividades y hasta de objetos que el día a día proporciona al ser humano.  Para iniciar el proceso de dejar la vida más leve y tranquila, se debe pensar en las obligaciones y cuáles de ellas son realmente necesarias.  Hay una manera eficaz de descubrir lo que importa y lo que no vale la pena, simplemente compare el nivel de estrés que la actividad en cuestión causa en comparación con el placer, si la primera es mayor, es hora de reflexionar, de buscar una alternativa o incluso desechar ese trabajo.

Lo que tiene que hacer, debe ser efectuado  a su debido tiempo, evitando dejar para después, lo que debería ser hecho ahora, es esencial para que todo ocurra sin causar ansiedad, para eso, existe la necesidad de un tiempo para organizar, sobretodo entre una tarea y otra, para que no haya acumulo de servicio.

Sea siempre puntual y evite hacer varias tareas al mismo tiempo, facilitará su vida y mejorará el rendimiento de sus obligaciones.  Para simplificar, hay que pensar en las tareas diarias, dejando espacio en la agenda el ocio, efectuando las cosas más lentamente.

En el área personal también se debe buscar un nuevo rítmo, como por ejemplo, en las comidas, aliméntese más paulatinamente, saboree los platos, el postre, el jugo y al mismo tiempo, aproveche el momento para una buena y agradable conversación con los que están en la mesa.