viernes, 22 de octubre de 2010

Abrace a un árbol

La energía liberada por un árbol puede contribuir a la mejora de la calidad de vida para todas las personas.  Sólo de pensar en todo lo que puede proporcionar a los seres humanos, ya muestra claramente su poder, porque, más allá de la sombra fresca, la alimentación de frutas, puede proporcionar refugio, por ejemplo.


Estos seres vegetales están en la Tierra hace mucho más tiempo que los seres humanos y transportan en su historia mucho de la evolución del planeta.  Por eso, la filosofía zen, sugiere que dar un gran abrazo a un árbol es una manera eficaz de conseguir toda esta energía.  La idea es que elija un árbol de un bosque, en un sitio con poco ruido y movimiento, y al abrazar el árbol, establezca con ella, un diálogo silencioso.  Dejar la sensibilidad fluir permite percibir la energía que este ser transmite a través de su tronco.


Cuando Ud. reciba su energía, recuerde siempre que los árboles son seres sagrados, imponentes, hermosos en su esencia y apariencia, que su silencio, roto por el balance de las flores al viento, trae consigo la historia y la fuerza del planeta.


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