Cuando se habla en vivir intensamente, de inmediato viene a la mente los deportes extremos, grandes aventuras o logros fenomenales. Pero a pesar de ser parte de "vivir con intensidad", los ejemplos citados no son necesariamente esenciales para quien quiera tener una vida plena y completa.
¡Para vivir intensamente no es necesario mucho, pero es esencial disposición, mucha voluntad y principalmente, una aguda sensibilidad!
Se puede vivir con intensidad cuando se ama, cuando se lucha por nuestros sueños y objetivos, por lo imposible, por lo que está muy lejos, y por lo que realmente importa, es la dosis de brío de sentir cada etapa vencida, de cada sueño hecho realidad.
Antes de la realización de los sueños, del encuentro del amor, de la etapa vencida, también hay pasos que deben ser vividos como si fueran los únicos y que no se repetirán, es decir, disfrutar de cada momento, cada emoción, cada escalón alcanzado es una buena forma de vivir intensamente.
Porque la vida pasa y merece ser vivida en toda su plenitud, con toda sensibilidad que se consiga dar a ella, con toda la atención que cada instante merece, porque vivir intensamente significa también, lleva lo mejor que se pueda extraer de cada experiencia vivida, por pequeña que parezca.
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